No era fácil de resolver, en la práctica, el desafío planteado para el quinto encuentro de las Noches de Miércoles: que cuatro mujeres en la poesía destilaran con suave y acompasada entrega los contenidos de sus versos. Pero el objetivo se logró, merced al coraje y la resolución de cada una de las protagonistas literarias de la velada del miércoles 21 de octubre. Ellas (las poetas) se organizaron en forma autónoma y resolvieron que cada una tendría su propio bloque de unos 10 minutos de duración. Ana Grandoso y María Belén Benito (arriba) Iris Giménez y Liliana Campazzo (abajo) lograron el interés y el silencio del auditorio, para modular itinerarios por jardines y sentimientos, entre el viento y los vidrios empañados. Cautivaron desde el arranque, sin concesiones fáciles, a pura palabra y pura palabra, haciendo equilibrio en la cuerda sin red de contención, solitas en la mesa de la lámpara, jugándose el aliento. ¡Bravo por estas valientes mujeres poetas!
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